L O S    A R B O L E S    D E    H A C I N A S

Al entrar a Hacinas por la rotonda, sorprende leer en un cartel la inscripción "Arboles fósiles" y "Fosil Tree". Unos metros mas adelante, a mano izquierda nos encontramos con otro letrero que dice "árbol fósil nº3", y vemos efectivamente el primero de los tres arboles fósiles que están expuestos en las calles de Hacinas, como si de un museo se tratara. 
   Una placa cerca de uno de estos arboles nos informa: 
"Era secundaria, periodo mesocretáceo, estrato albense, edad aproximada 120 millones de años. Lugar: Las Trisineras (Hacinas)." 

La relación de los árboles fósiles con Hacinas, podriamos decir que arranca sin saberlo desde primeros del siglo XX. La existencia de fósiles en la comarca, es bien conocida desde hace tiempo, sus yacimientos empezaron a ser estudiados a primeros del siglo XX, describiéndose fósiles tipicos de formaciones lacustres y un gran yacimiento de árboles fósiles, que ya en ese momento se aseguraba que se trataba de coníferas (1921). Las gentes de Hacinas conocian esas extrañas formaciones que encontraban en el campo, siendo los pastores los que tenian localizados alguno de los ejemplares, no dándoles mas valor que el puramente anegdótico y siendo habitual encontrar trozos formando parte de las cercas de los prados.

Fué en la década de los años 60, que se extendió el conocimiento de que se trataba de árboles fósiles. Probablemente debido a los hallazgos que se produjeron en terrenos de Castrillo de la Reina y cuyos restos fueron a parar a varios museos españoles como el de Burgos y los Museos de Ciencias Naturales de Madrid y de Barcelona.

El conocimiento general de la existencia de estos restos fósiles en el campo, hizo que muchos se interesasen por ellos, y se realizasen busquedas y recogidas, llegando a desaparecer y a deteriorarse alguno de los restos conocidos. Para evitar males mayores e intentar preservar los restos de alguno de esos árboles, en 1976, algunos vecinos se organizaron para desenterrar un ejemplar, y trasladarlo al casco urbano de Hacinas. El ejemplo siguio con el traslado de otro ejemplar en 1981. De tal manera los árboles fósiles pasaron a formar parte integrante y destacada del paisaje de Hacinas.

Picota y arbol fósil

Arbol fósil nº 1

Arbol fósil nº 2

Arbol fósil

Arbol fósil nº 3

No fué hasta el año 2002 en que se iniciaron estudios en profundidad sobre diez muestras fósiles recogidas en el término de Hacinas. Los estudios fueron dirigidos por D. Luis Garcia Esteban y por Dña. Paloma de Palacios, Doctores Ingenieros de la Universidad Politécnica de Madrid. Los trabajos culminaron en el año 2006 con la publicación de los resultados de la investigación en la prestigiosa revista científica francesa GEOBIOS. Los resultados concluyeron que las diez muestras examinadas, correspondian a dos especies de coníferas de la familia de podocarpáceas una y araucacias otra, siendo una de ellas bautizada con el nombre de "Protopdocarpoxylon HACINENSIS ", por ser considerada y catalogada como una nueva especie. (Para quien pueda interesar, reproducimos el artículo de la revista GEOBIOS)

El interes por dar a conocer nuestro rico patrimonio paleontológico, ha llevado a la realización del llamado "Centro de Interpretación del árbol fosil", que tendrá su sede en Hacinas en el edificio multifuncional, que en breve abrirá las puertas al público.

El siguiente paso en este interesante proceso de puesta en valor de nuestro patrimonio, pasa por conseguir la protección física y legal de dicho patrimonio, mediante la declaración de alguna de las figuras legalmente establecidas, como puede ser la declaración de Paraje natural por parte de la Junta de Castilla y León.

   Las investigaciones sobre estos vegetales fósiles han revelado que se trata de coníferas cuya antigüedad se remonta a 120 millones de años, por lo que pudieron coexistieron con los dinosaurios. Hay constancia de su existencia en Contreras, Salas, Castrovido, Cabezón de la Sierra y Castrillo de la Reina, y vestigios de su presencia en Palacios de la Sierra, Regumiel, Canicosa, Moncalvillo y Rabanera.

 


Para dar una idea clara de que son, y como han llegado nuestros árboles fósiles a las calles de Hacinas, editamos a continuación varios artículos, en los que se describen el descubrimiento y posterior traslado en los años 1976 y 1981.
 
 

H A C E    M I L L O N E S    D E    A Ñ O S :
   L O S    Á R B O L E S    F Ó S I L E S
 

Los terrenos de Hacinas pertenecen a la Era Secundaria o Mesozoica, periodo cretáceo inferior, sus rocas de colores y formas caprichosas dan a su término un aspecto singular. Hace millones de años un enorme y caudaloso río cruzaba sus tierras y en sus orillas había extensos campos de coníferas donde los dinosaurios habitaban. Pero un meteorito impacto sobre la tierra y originó un cataclismo, modificando la estructura terrestre. Hubo grandes inundaciones y las coníferas fueron sepultadas. Sin sol la tierra obscurecida perdió su vida vegetal y animal, los lodos y residuos marinos fueron sedimentándose y molus-cos y árboles, petrificándose. Desaparecieron los dinosaurios.

Durante millones de años los árboles habían reposado enterrados hasta que un día de agosto de 1.976 una pala mecánica los fue desenterrando, despertándoles de ese sueño millonario en tiempo. Descansaban en distintos lugares del término de Hacinas y los pastores tenían algunos identificados; en las paredes de los prados había trozos en distintos sitios.

Ventura Alonso, uno de los artífices de ese despertar nos cuenta que se regaló un árbol fósil al industrial de Salas Enrique Medrano, que en la actualidad está en la fábrica de Tableros Bom, en Burgos, para compensarle de los gastos de instalar el primer árbol fósil que se partió en trozos. Después vinieron los demás.

En el pueblo se pueden admirar tres árboles fósiles, parecidos, pero con notables diferencias. El primero que se ofrece a la observación es un árbol reconstruido y está situado en el tramo medio de la carretera de acceso al pueblo.

El segundo está en la plaza. Tiene una parte en pie de 3,20 ms. de altura y tres trozos del mismo árbol están tumbados, el árbol tenía una longitud de 6 ms. Junto al mismo hay una inscripción incrustada en la pared que le identifica:

«Era Secundaria, periodo mesocretáceo, estrato albense, edad aproximada 120 millones de años. Lugar: Las Trisineras (Hacinas)».

Este ejemplar estuvo enterrado en una roca arenisca y tiene en su corteza cristales de sílice.

El tercer ejemplar está al iniciar la calzada a la iglesia en posición de tumbado, magnífico ejemplar de 5 ms. y está completo, estuvo enterrado en terreno arcilloso y carece de corteza. Procede de Vallejo la Zarza.

En la carretera que da acceso al pueblo, hay un rótulo que indica: «árboles fósiles». Ese reclamo de atención suscita la curiosidad de muchos viajeros que los visitan. Hacinas los colocó en sus calles y plazas para que fueran contemplados y admirados y así es: siempre tienen muchos espectadores.

Capítulo 1.2 "Memoria Histórica" del libro:
"HACINAS"  de Roberto Alonso Olalla.
Premio Castilla y León  Año 1991



 
 
 
E L    P R I M E R    A R B O L    F O S I L    ( 1 9 7 6 )
No brotó por vez primera en los años sesenta. Nuestros antepasados habían utilizado trozos de estos árboles para cierre de los prados y de otras cosas. No se imaginaban que aquellos trozos de, al parecer, piedra durísima, fueran madera fosilizada.

Cuando ya, al final de los años sesenta, alguien, no sé quien fue el primero, comprobó que realmente eran arboles, posiblemente por el que habían encontrado en terreno de Castrillo y que se conserva en el patio del Museo de Burgos, nos empezamos a tropezar con trozos dispersos en los prados, en diversas tapias.

Cundió  la  curiosidad  y  estos fragmentos fueron desapareciendo. Por fin, alguien también descubrió el de Las Trisineras. De este árbol se fueron desenterrando dos o tres metros.  Empezaron las excursiones. Muchos iban armados de martillos y se traían, con gran emoción, los trozos de madera fosilizada que habían conseguido romper. Total, que el árbol de las Trisineras se iba quedando cada vez más delgado...

Por fin, para que no sufriera mayores desperfectos, se acordó traerlo al pueblo. Se hizo de una forma muy elemental y sencilla.


Primer árbol fósil 1.976
Hacía algún tiempo que habían ido descubriendo aquellos restos de árboles legendarios. Aquel verano del 76 nos pusimos de acuerdo unos cuantos... Todo fue muy sencillo y rudimentario. Basta ver el andamiaje que aparece en la foto... Por fin quedó la primicia: "Árbol fosilizado, periodo mesocretaceo; estrato albense 120 millones de años"
 
Creo que fue el alcalde de entonces el que negoció con los Medranos para sacar el árbol de Las Trisineras y traerlo al pueblo. Para conseguirlo se le tuvo que regalar al de la sierra otro arbolito fósil, más pequeño, que creo se conserva en la casa de dichos empresarios, en Burgos.

Se sacó lo que se pudo, tirando la grúa con un cable de acero que se rompió en más de una ocasión. El resto quedó para tiempos mejores.

En agosto de 1.976, decidimos unos cuantos ponerlo en pie. El Ayuntamiento nos proporcionó dos o tres sacos de cemento. Por la mañana, cuando subía a sus faenas el camión de la sierra, nos levantaba con la grúa una de las piezas. Después nosotros las íbamos acomodando durante la jornada.

Así transcurrieron unos quince días y dimos por buena la obra. Lo rematamos poniendo alrededor la gran cadena de hierro que estaba en el Ayuntamiento y que servía para amarrar a los presos cuando había que retenerlos algún tiempo.

Hecho esto, pusimos en la pared la lápida con los datos. Es de notar que los detalles de la época y las características, las tomamos del árbol fósil de Castrillo que se encuentra en el patio del Museo de Burgos. Se suponía que dichos datos eran fiables.

Articulo de la revista Amigos de Hacinas.
nº 75 Año XVIII. II Trimestre 1.997
Autor: Ventura Alonso

 



 
 
 
E L    S E G U N D O    A R B O L    F O S I L    ( 1 9 8 1 )
Después del primer descubrimiento, la gente que patea el monte con mucha curiosidad y cariño pudo observar indicios de otros árboles fósiles en diversos parajes. El que parecía más claro era el de Vallejo la Zarza, a la derecha de Santiuste.

Aquel verano de 1.981, nos dispusimos a rescatar para el pueblo esta valiosa reliquia. La cosa se fue preparando con algo más de tecnología que la primera vez: una pala mecánica y algunos tractores y sus remolques. Para el pago de la pala nos fue posible invertir la modesta cantidad de veinticinco mil pesetas...

Hecha la oportuna llamada al personal voluntario, una mañana de agosto nos pusimos en camino desde la Posada y por la carretera, hacia el objetivo de Vallejo la Zarza. Ibamos todos con mucha ilusión. Llegamos al sitio y nos pusimos a contemplar aquella pequeña parte de tronco-piedra que asomaba ligeramente sobre la tierra. Por lo que comentaron algunos, más de un pastor se había sentado allí sin saber que estaba sobre un auténtico tesoro de la naturaleza. ¿Qué aparecería debajo de aquello? En medio de gran expectación, le llegó el turno a la pala mecánica... Y fue apareciendo aquel tronco enorme sepultado en tierra durante ciento veinte millones de años. La emoción fue grande. Poco a poco el gigantesco monstruo quedó al descubierto.

Después, la operación de moverlo y llevarlo hasta el remolque fue muy trabajosa. Cuando, por fin, lo tuvimos cargado, dimos el grito de triunfo e hicimos circular la bota por la variada concurrencia.
Unos volvieron con el cargamento al pueblo y dejaron los troncos principales en el sitio que ocupan hoy en día; otros nos fuimos con la pala mecánica hasta las Trisineras, con el fin de descubrir la parte del árbol fósil que no se había podido sacar la primera vez. Después de mucho trabajo conseguimos sacar las tres piezas que ahora se encuentran en el Rollo, junto al primer árbol fósil al que pertenecen.
Todavía quedó en el alto de las Trisineras parte del árbol que no pudimos sacar aquel día porque se metía muy profundo y no nos daba el presupuesto para más. Espero que cualquier día nos animemos y nos vayamos a sacar el resto. Es una asignatura pendiente.
 En lo que se refiere al árbol de Vallejo la Zarza, hay que notar que se trajeron muchos trozos sueltos que no pudieron ser incorporados al tronco principal, situado en la subida de la iglesia. Con ellos hicimos un montaje, imitación de árbol, que es el situado bajando a la carretera. Por el interior de este tronco reconstruido, dejamos metido un tubo de plástico, por si algún día parece conveniente y estético el situar sobre él una farola artística.
Articulo de la revista Amigos de Hacinas.
nº 75 Año XVIII. II Trimestre 1.997
Autor: Ventura Alonso

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