Monumento Nacional Bosque Petrificado de JARAMILLO -Argentina -
 
 

Se encuentra en La Patagonia, Argentina, en el departamento de Puerto Deseado. Fue declarado Monumento Nacional en el año 1954. El bosque ocupa un área extensa de este monumento natural de 140km2, y algunos de sus troncos alcanzan los 30 m de largo y los dos de diámetro, por lo que son probablemente los mas grandes que se conocen en la Argentina y en el mundo.
El bosque que le dio origen data de unos 150 millones de años cuando aun no existía la cordillera de los Andes. La mayoría de los árboles se desplomo, quedando orientados de este a oeste, mientras que otros, fosilizados in situ, muestran sus raíces y la parte basal del tronco parado. Corresponden en su mayoría a araucacias, aunque hay coniferas y hongos que vivían sobre la corteza de los árboles.
 



 

Monumento Natural Bosque Petrificado
 

Dada la necesidad de preservar la integridad de uno de los mejores exponentes del proceso de petrificación sobre antiquísimos bosques que existieron en la Patagonia, se creó este Monumento Natural en el año 1954.
Se encuentra ubicado al noreste de la Provincia de Santa Cruz, en el Departamento Puerto Deseado, 150 km. al oeste de dicha localidad. La población mas cercana es Jaramillo, a 135 km.
Actualmente abarca aproximadamente 13.700 hectáreas. La Administración de Parques Nacionales ha adquirido dos estancias colindantes al Monumento y se esta gestionando para incluirlas al área protegida conformando una unidad de casi 60.000 hectáreas.

Aspectos de su naturaleza

Hace unos 130 millones de años, durante el periodo Jurásico, el área que ocupa este Monumento Natural presentaba un clima estable de gran humedad. Densos bosques con árboles de porte gigantesco, entre los que merecen destacarse antiguos parientes de los pehuenes o araucarias, se desarrollaban en esta región. En los inicios del Periodo Cretácico, erupciones volcánicas que coincidieron con el levantamiento de la Cordillera, sepultaron vastas extensiones del territorio patagónico. Muchos de los bosques cubiertos por ceniza fueron sometidos a procesos de petrificación. Posteriormente, el viento y la lluvia dejaron al descubierto grandes sectores de este bosque petrificado, que en algunos casos ha quedado con los troncos en pie.
Elevaciones de escasa altitud y contextura basáltica, representan los vestigios de la actividad volcánica de tiempos pretéritos. Un buen ejemplo de ello es el Cerro Madre e Hija, figura destacada en el paisaje que se aprecia desde el yacimiento paleontológico.
La naturaleza actual del área ofrece interesantes atractivos para el visitante. La vegetación rala y achaparrada, resulta sorprendente por la capacidad que demuestran las plantas para vivir en condiciones ambientales tan rigurosas. Vegetales de muy diversa posición taxonómica adoptan formas compactas y semicirculares, como cojines. Con este aspecto es factible observar en la zona desde cactáceas de grandes flores anaranjadas hasta varios géneros de margaritas de colores amarillos y, más raros, blanco-rosados. En los cañadones reparados crecen arbustos como molles, duraznillos, colapichas y calafates, estos últimos poseedores de frutos carnosos y comestibles.

Clima

Arido y ventoso. 20ºC – 40ºC en verano, 15ºC en invierno.

Fauna

La fauna, si bien escasa y en general esquiva, gracias a que no recibe agresiones por la permanente vigilancia de la zona por parte de los Guardaparques, se deja apreciar con cierta facilidad en las inmediaciones del sendero de las araucarias petrificadas. Hoy los factible observar pequeñas manadas de guanacos y algunos confiados zorros grises. Chingolos, entre las aves, y lagartijas de variadas tonalidades, son comunes en el lugar. El camino de acceso también ofrece sus atractivos, siendo posible ver allí el piche patagónico y el choique o ñandú petiso. Este último, es un ave de gran tamaño, plumaje pardo grisáceo salpicado de blanco, cuyos machos son polígamos y se encargan de hacer los nidos, incubar los huevos y cuidar los pichones. También se pueden ver guanacos, , zorro gris y colorado, y maras o liebres patagónicas.

Aspectos culturales

En épocas prehistóricas, el área fue asiento de poblaciones de cazadores-recolectores cuyos testimonios son los diversos y numerosos tipos de asentamientos hallados: «picaderos» o talleres, campamentos base, enterratorios y canteras para la extracción de materias primas. Entre estas ultimas, la madera fósil de araucarias de este monumento era seleccionada para la fabricación de instrumentos de piedra.
Para la economía de estos grupos humanos, la diversidad de microambientes del área (vegas, lagunas bajas, alta meseta, pastizales, etc.) ofrecía un conjunto de recursos disponibles en espacios accesibles con cortos desplazamientos: agua durante todo el año, reparo y leña, buena visibilidad y animales para la cacería (guanacos y choique o ñandú petiso), una gran disponibilidad de rocas para la talla de artefactos.

Modo de acceso

En auto desde Bs. As.: dos días por la ruta 3 hasta un punto 150 Km al sur de Calerta Olivia, luego 50 Km por la ruta 49 de ripio. Pernocte en Bahía Blanca.
El acceso al área se encuentra sobre la Ruta Nacional Nº 4 3, a mitad de distancia entre las localidades santacruceñas de Caleta Olivia, al norte, y Puerto San Julián, al sur. A Ia altura del km. 2.063 nace la Ruta Provincial Nº 49 que luego de recorrer 50 km. llega hasta la Seccional de Guardaparques del Monumento Natural.

Comodidades

Pequeño museo, centro de información, caminatas guiadas por guardaparque. Espacio para acampar, sin comodidades. Lleve agua.

Principales sitios de interés

El yacimiento mas importante se encuentra cerca de la seccional de guardaparques. También valen la pena los faldeos de los cerros Madre e Hija.

Otras actividades en la Zona

Pesca y observación de aves en Puerto Deseado (150 Km)
Trecking y cabalgatas a lugares con pinturas rupestres en estancias cercanas.
 
 
 
 

Octubre de 2001
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